¿Cuándo fue la ocasión en que tú sorprendiste a Dios con la manifestación de tu fe?.
Aún en la tempestad y en el desasosiego yo vivo en fe.
Señor, yo te manifiesto mi indignidad, mi humildad y mi pequeñez, pero también quiero mostrarte mi fe Honrar la unción que esta frente a ti, reconoce. El favor de Dios está contigo.
El fuerte respeto y reconocimiento, honra y da fe.
Sujétate a la dirección de Dios. Tu no eres digno, pero por tu fe, sabes quién es Él
Depura más y más tu identidad sobrenatural. Se quien eres; mantén tu fe y tu honor.
La inquebrantable solidez de fe y honor nos transforma a una nueva identidad que nos hace uno con Dios.
Honrar habla de una purificación y unción en tu corazón.