Cuando Jesús fue crucificado, junto a él había dos malhechores que no mostraron ningún respeto por él. Sin embargo, cuando Jesús murió, uno de los dos malhechores había experimentado un cambio asombroso y había recibido la promesa del cielo por parte de Jesús. ¿A qué se debió ese cambio? ¿Qué podemos aprender de esa transformación que sucedió sin que nadie más se diera cuenta? En este mensaje veremos que la respuesta a estas preguntas puede aportarnos una gran esperanza.
Mateo 27:38-44 y Lucas 23:39-43