Somos un país que comente los mismos errores de manera tozuda, nada hemos aprendido de los acontecimientos de 2019 y aquí estamos nuevamente, atizando la convulsión social... 

Y aquí estamos nuevamente enfrascados en una debate estéril, mientras perdura y pervive la violencia hacia las mujeres y las niñas. No necesitamos lindos discursos ni acciones simbólicas, necesitamos actuar en urgencia y requerimos voluntad política. Es mucho pedir, pero vale la pena señalarlo. 

Hace ya un año, elegimos a un gobierno dando por concluido un penoso proceso de restructuración política; sin embargo, nada ha cambiado y al parecer nada hemos aprendido de la crisis del 2019, seguimos cometiendo los mismo errores atizando el conflicto, generando nuevos focos de tensión 

Ebrios de poder, el gobierno del mal llamado movimiento al socialismo, obra como un mal borracho, amenazando a todo el mundo, armando bronca, quiere pelea, destruirlo todo y cuando despierte de su resaca, tan solo le quedará contemplar el desastre

Después de una larga ausencia, pero ya repuesto de mis emociones vuelvo al ataque porque el tema candente en estas semanas, es la guerra de la coca III,pugnas por el poder, distracciones y farra 

Todo el mundo está hablando del asunto y me toca poner mi granito de arena; debemos tomar en consideración que la principal amenaza a la reconciliación nacional es Evo Morales, su tiempo ya fue, es parte del pasado y tiene que salir del tablero político. El informe, en relación a los acontecimientos de 2019 es bastante claro la responsabilidad es de los gobiernos de Añez y Morales.

Hoy en día ya no hay posibilidad de disentir o posibilidad de diálogo, no hay la posibilidad de generar un debate, un intercambio de ideas, en el cual no siempre es necesario tener la razón, solo compartimos ideas, libre a cada quien de valorarlas o no, de seguirlas o refutarlas o de hacer lo que bien le da la gana. Es la era de los extremos.

La misión que tiene el poder político es mentir, decirnos que todo anda bien y que no debemos preocuparnos; este es el mejor de los mundos posibles y debemos estar agradecidos de vivir en él; ante ello, nuestro deber como ciudadanos es disentir, cuestionar y analizar. No podemos seguir enfrascados en una lógica binaria y tonta. Es necesario rebasar la propaganda de Estado.

Y aquí estamos nuevamente discurriendo sobre estos temas tan bonitos, escribiendo una nueva página en el libro de lo inverosímil; seguimos enfrascados en debates estériles, cuando menos de este lado del mundo, sigue sonando la letanía golpe / fraude, y en realidad tenemos otras cosas en qué pensar  

El circo político no da tregua, nos entretiene, nos adormece y nos olvidamos que la gente sigue muriendo, que la pandemia sigue su curso y estamos de superar la contingencia. De momento, hay que contentar a las masas, brindándoles fantasías...