¿Qué es el juzgar para mí?
¿Qué emoción tengo cuando lo pronuncio?
¿Qué siento en mi cuerpo cuando lo pronuncio?
¿Qué te enseña esta distorsión?
Juzgar es un uso importante de nuestro albedrío y requiere gran cuidado, en particular al formarnos opiniones acerca de otras personas. Todos nuestros juicios deben ser guiados por las normas de rectitud.
Recordemos que sólo Dios, que conoce el corazón de todos, puede realizar juicios definitivos de las personas.
Los juicios justos que nos formemos de otras personas pueden proveer la guía que necesiten y, en algunos casos, nos brindarán protección a nosotros y a nuestra familia.
De donde provienen los juicios, son respuestas a un trauma de adición profundo en tu alma. Y el primero es la gran operación que estas viviendo del amor, desde que base estas viviendo desde el miedo o el amor.
Comenzamos a evitar la culpa y el sufrimiento proyectándonos en otros de una manera de entumecernos. Como una droga nos duerme y nos vuelve adictos. Un buen ejemplo de esto es el chisme, es solo una proyección que queremos dar para sentirnos aceptados en un grupo, pero solo es un velo de ilusión, donde solo estamos depositando DOLOR en otra o toras personas.
Instagram @claulilitorres
Autora Best Seller Hazlo a tu Manera.
https://bit.ly/librohazloatumaneraamzon