Hay dos familias de lamentos, dice el diccionario, la primera debe de ser la de más rancio abolengo:
Sentir algo con llanto, sollozos u otras demostraciones de dolor.
Luego da el DRAE una segunda acepción, más de la vida cotidiana: Sentir pena, contrariedad, arrepentimiento, etc., por alguna cosa. Y pone como ejemplo: Lamento haber llegado tarde.
Por alguna razón alrededor del primer significado se han creado números obras de arte en el pintura, en la literatura y por supuesto, en la música. Hoy nos vamos a quedar con unas cuentas muestras de esto último.