Mirar "el espejo" a veces es duro, ¿verdad?

Nos muestra cosas que no nos encantan de nosotros.

Y si encima nos damos con todo, ¡peor!

Hoy hablamos de ese ingrediente secreto y súper necesario para no salir corriendo. 

Avanzar en "el espejo" se siente bien, ¿verdad?

Pero ¡ojo!

A veces, sin querer, podemos caer en la trampa del "ego espiritual": empezar a sentirnos "más conscientes" o "iluminados" que los demás.

Hoy exploramos cómo identificar este sutil autoengaño y por qué la verdadera claridad a menudo viene con más humildad que con aires de grandeza.

¿Te ha pasado?

Ya hablamos de que "el espejo" no es un objeto, sino una forma de ver.

Pero, ¿y si usamos un espejo de verdad, el de tu baño, como herramienta?

Hoy te propongo una práctica sencilla pero potente: mirarte a los ojos en el espejo, sin más.

Suena fácil, ¿o un poco raro?

Te cuento cómo me fue a mí y qué podrías descubrir tú al atreverte a sostener tu propia mirada.

"El espejo" sugiere que el éxito y la facilidad pueden "fluir" de la claridad interna.

¿Suena a magia? ¿A no hacer nada?

Hoy exploramos qué podría significar realmente esa "acción sin esfuerzo".

No es pereza, sino moverte con menos lucha interna y más alineado con quién eres.

¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertas personas te sacan de quicio o, al contrario, las admiras profundamente?

La frase "lo que te choca, te checa" tiene mucho de verdad desde la perspectiva de "el espejo".

En este episodio, exploramos cómo las personas a nuestro alrededor (pareja, amigos, familia, ¡hasta desconocidos!) actúan como espejos súper potentes, reflejando nuestras propias sombras, anhelos, miedos y creencias.

¿Listo para ver qué te están mostrando los demás sobre ti?

A veces, "el espejo" nos muestra algo y tenemos un "¡Eureka!"

Pero otras veces, vemos el reflejo, entendemos algo… ¡y nos quedamos paralizados!

O no nos gusta nada lo que vemos y no sabemos qué hacer.

Hoy hablamos de esa incomodidad, de ese "ok, ya lo vi… ¿y ahora qué?".

Porque ver es solo el primer paso.

¿Alguna vez, después de darle vueltas a algo, de repente una idea te hace “click” y todo cobra sentido?

Hoy hablamos de esos momentos “¡Eureka!” en el camino de "el espejo": cuando de pronto ves la conexión entre tu mundo interno y lo que te pasa afuera.

No siempre son fuegos artificiales, ¡a veces son chispazos! Y son pistas súper valiosas.

¿Has tenido alguno?

Ya hemos hablado de "el espejo", miedos, creencias, claridad… ¡Suena a mucho!

Pero, ¿por dónde empezar en el día a día?

Hoy te comparto una práctica MEGA sencilla, casi como checar el clima, pero adentro tuyo.

Sin juicios, sin intentar cambiar nada al instante.

Solo… darte cuenta.

Es el primer paso para ver tus "lentes" sin sentirte abrumado.

¿Te animas a probar?

Ya hablamos de claridad y honestidad radical, pero ¿significa "el espejo" que solo debemos pensar en positivo y negar lo malo?

¡Para nada!

Hoy desmenuzamos la diferencia clave entre la claridad genuina que busca "el espejo" (ver la raíz de las cosas, con todo y lo incómodo) y el simple "positivismo tóxico" que a veces solo tapa el problema.

Ya vimos que "el espejo" nos muestra patrones, miedos, creencias... pero ¿qué pasa cuando lo que refleja no nos gusta NADA?

Hoy hablamos de la "honestidad radical": ese valor (a veces incómodo) de atrevernos a mirar sin filtros lo que el espejo nos enseña sobre nosotros mismos.

No se trata de ser duros, sino de ser valientes para ver la verdad, porque ahí empieza la verdadera transformación.