Dios no solo quiere hacer algo en ti, sino que también quiere hacer algo a través de ti. 

Muchas veces Dios solo espera que tú y yo digamos SI a lo que Él tiene para nosotros y a Su llamado para nuestras vidas. 

Hoy recuerda que has sido creado y llamado por Dios para un propósito y que necesitamos al Espíritu Santo, nos da poder y sabiduría.

Duane y Sue Kershner son los fundadores de la base misionera Roca Blanca, donde por mas de 30 años han capacitado a estudiantes para ministrar a las poblaciones no alcanzadas.

¡No hay mejor lugar que estar en las manos de Dios! 

Cuando confiamos en Dios y en sus planes aún en medio de las dificultades, así como lo hizo José, podremos vivir cada sueño que Dios tiene para nosotros.

La misma mano de Dios que te hizo, es la que te irá formando y cuidando a lo largo de tu vida.

Cuando no podemos entender la mente de Dios, confiemos en Su corazón lleno de amor por nosotros. 

En esos momentos de silencio, donde pareciera que nada está cambiando, y que Dios no está escuchando seamos como Ana que perseveró y vió el milagro que Dios ya tenía para ella.

La enseñanza que más se les graba a nuestros hijos, es el ejemplo que ven en nosotros todos los días. No nos multiplicamos en lo que sabemos, nos multiplicamos en lo que somos.

Cristo Jesús nuestro Señor murió en una cruz y al tercer día resucitó. 

Los discípulos de Jesús tuvieron pruebas, creyeron y compartieron la buena noticia que hoy nosotros podemos conocer y creer. 

Permite que Jesús entre a tu corazón y abraza la vida nueva que sólo Él tiene para ti.

Para salvarse de la muerte, una vida debía ser sacrificada en lugar de otra. Sin el increíble sacrificio de Jesucristo en la cruz, no habría perdón por nuestros pecados. Sin su resurrección, no habría vida eterna ni esperanza alguna para nosotros. 

La pascua nos recuerda una vez más el amor y sacrificio tan grande de Dios por la humanidad. 

Hoy podemos acercarnos a Jesús confiadamente por lo que Él hizo en la cruz por nosotros. Sus promesas están disponibles para ti, cree en Jesús y confía en Él.

Tú puedes ser el primero en tu familia que honre a Dios. La bendición puede comenzar contigo. ¡Dios te levantó para poner fin a la maldición!