Nuestra identidad está en Cristo Jesús. Somos quien Dios dice que somos. Hoy recordemos que nuestras palabras importan, y como Dios nos ha dicho en Su Palabra, en nuestra boca hay poder para hablar vida o hablar muerte. Hablemos vida cada día.

La lucha que enfrentamos hoy está desarrollando la fuerza y perseverancia que necesitaremos mañana.

Hoy recuerda que Dios moldea nuestro carácter y sólo en Él encontramos refugio en medio del caos.

¡Vivir desde una relación devota con el Espíritu Santo es la manera más plena de vivir! 

Nuestra perspectiva acerca de la paternidad cambia cuando nos enfocamos en el amor, sabiduría, poder, paciencia y compasión de nuestro Padre Celestial.

Cuando Dios es todo lo que tienes, te das cuenta de que Él es todo lo que necesitas. 

¿Por qué resistir una tentación en el futuro cuando tienes el poder de eliminarla hoy? Dios nos acerca a Él para darnos su perdón y nos acerca a otros para traernos sanidad.

La única manera de sanar de la vergüenza es quitar la atención de quién soy, a quién es Cristo.

Solo persistiendo en oración encontraremos la voluntad de Dios.

No permitas que la falta de respuesta a una de tus oraciones te robe de disfrutar y agradecer por todas las demás peticiones que ya han sido respondidas.