En Villisca, Iowa (EE.UU.), ocho personas, incluidos seis niños, fueron asesinadas a hachazos mientras dormían. El caso nunca se resolvió, y las teorías incluyen desde venganzas personales hasta asesinos seriales.

La brutalidad del crimen y el hecho de que los niños fueran las víctimas principales lo convirtieron en uno de los casos más impactantes de la época.

En Amstetten, Austria, Josef Fritzl mantuvo a su hija Elisabeth secuestrada en un sótano durante 24 años, donde la violó y tuvo siete hijos con ella. Tres de los niños nunca vieron la luz del día hasta que el caso fue descubierto en 2008.

El nivel de abuso y control ejercido por Fritzl es inimaginable. El caso salió a la luz cuando uno de los hijos enfermó y tuvo que ser llevado al hospital.

En una granja aislada en Alemania, seis personas, incluidos niños, fueron brutalmente asesinadas con un azadón. El asesino vivió en la granja durante varios días después de los crímenes, alimentando a los animales y cocinando.

El caso nunca se resolvió, y hay teorías que involucran a vecinos, familiares e incluso fuerzas sobrenaturales. La naturaleza aislada del crimen y la falta de respuestas lo hacen especialmente inquietante.

En 1981, en la cabaña número 28 del complejo Keddie en California, cuatro personas fueron brutalmente asesinadas: Sue Sharp, su hijo John y su amiga Dana. La hija menor, Tina, desapareció y su cuerpo fue encontrado años después.
El caso nunca se resolvió por completo, y hay teorías que involucran a vecinos y conocidos. La brutalidad de los asesinatos y la falta de respuestas lo convierten en uno de los casos más perturbadores de EE.UU.