Tras el estreno -en 1786- de Las bodas de Fígaro en Viena, Wolfgang Amadeus Mozart se dedicó principalmente a escribir música de cámara. Durante el verano -cuando atravesaba algunas dificultades económicas- se alojó en la mansión de unos amigos y fue allí donde compuso su Trío Kegelstatt, K 498. Un trío para clarinete, viola y piano, que se conoce como el Trío de los bolos. Este sobrenombre viene -según cuenta la leyenda- del hecho de que lo escribió durante una partida de bolos. Es una obra con una plantilla instrumental poco frecuente, que nos muestra al Mozart más amable y libre.