Más de 25 años dan cuenta de su enorme trayectoria; es uno de los referentes más importantes del teatro under e indiscutido en la improvisación teatral. En este sentido, a principios de los 80 participó del taller dictado en Argentina por el maestro francés Claude Bazin; luego fundó y dirigió el Estudio Integral de Técnicas de Improvisación. El Konex por el mejor unipersonal; el Florencio Sánchez; el María Guerrero, son algunos de los premios con los que fue galardonado. Sancineto también llevó su arte a la tele, al cine y a la radio donde participa de “En mi propia lengua” junto con Tom Luppo por Radio Nacional.

La docencia y la divulgación son dos de las múltiples facetas que canalizan la filosofía de Darío Sztajnszrajber. Las desarrolla a través de medios audiovisuales, como en su programa de televisión “Mentira la verdad”, de canal Encuentro, y en radio, con los ciclos “Demasiado Humano”, difundido en más de 10 emisoras universitarias de todo el país y “El innombrable”, por Radio Madre. Su versatilidad lo asocia además con el teatro donde protagoniza “Desencajados: filosofía más música”, obra ganadora del premio Konex y “Salir de la caverna: filosofía y rock”.

Integró el grupo fundador del diario Tiempo Argentino con la convicción de ejercer este oficio como herramienta de formación social. Se graduó de licenciada en Comunicación en la Universidad del Salvador, con maestría en La Sorbonne, París. Arrancó en un canal de Lomas de Zamora y en el diario La Prensa, con especialización en noticias policiales e investigaciones. Con una trayectoria de poco más de dos décadas, se nutrió en varios medios, en libros de su autoría y en la docencia. Su preocupación por el derecho a la comunicación la canalizó desde sus columnas periodísticas y, en la actualidad, como titular de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Compañero de ruta de Juan Gelman y Raúl González Tuñón integrantes del grupo poético Pan duro; Héctor Negro murió el 15 de septiembre de 2015 y “Decime quién sos vos” lo recuerda a través de esta entrevista del 24 de mayo de 2009. El homenaje a un renovador de la prosa tanguera, autor de composiciones trascendentes como “Viejo Tortoni”, “Levántate y anda”, “De Buenos Aires Morena”, entre tantas otras letras.

Pasó la infancia en su natal Montevideo donde le gustaba jugar al futbol en el barrio obrero del Cerro, donde vivía. Pronto se vino para Buenos Aires y más tarde estuvo un tiempo en Francia donde estudió cine. Figura fundacional del Nuevo Vine Argentino, Caetano fue multipremiado por varios de sus filmes como “Pizza, birra y faso”; “Bolivia”, “Un oso rojo”, entre tantísimas otras. Y en televisión, su recordada “Tumberos” marcó con particular realismo, osadía y excelencia artística la sordidez en una cárcel argentina.

Descendiente de una familia de artistas (su padre, Jorge Zuhair Jury es guionista de la mayoría de las películas del recordado Leonardo Favio, tío de Luciana) comenzó a estudiar guitarra desde la infancia y en su adolescencia formó parte de “Claroscuro”, una banda de rock. Se animó como cantante de folklore en su adultez y, al mismo tiempo, se recibió de locutora. Uno de sus tantos trabajos, “El veneno de los milagros”, junto a Gabo Ferro, fue nominado a los premios Gardel como “Mejor álbum del año”. Con su reciente obra “La madrugada”, Luciana demuestra su particular y bella mirada sobre el folklore.

“… Así se anda en la reconstrucción de la zona desaparecida; como en un juego de la oca, se avanzan unos casilleros y se retroceden otros tantos. Cuando el deseo de saber urge, el dado impulsa hacia delante. Un breve éxito es suficiente. Después volverá el silencio, la vida cotidiana, los años que pasan…” Es un fragmento de “Aparecida”, el último libro de Marta Dillon con eje en la identificación de los huesos de su madre, Marta Angélica Taboada, asesinada por la dictadura cuando su autora tenía diez años. Hermosa y por momentos autorreferencial prosa de la editora del suplemento “Las 12” del diario Página/12.

Fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores y del ERP en los 70, militancias que le costaron la cárcel durante casi toda la dictadura, Cazes Camarero es un científico dedicado a la producción de medicamentos. En este sentido, hace apenas unos meses, Cazes Camarero y su equipo fabricaron un medicamento contra el Chagas, en falta por decisión comercial de una multinacional. Además de sus conocimientos científicos, Cazes Camarero despuntó el gusto por la escritura, tanto que ese arte le valió varios galardones en ensayo y poesía. La ciencia y las letras al servicio del compromiso social.

Desde que nació, en 1978, vivió en un campo de Olavarría, donde estudió música. Se formó como pianista y desarrolló una importante tarea como docente y director de una escuela de esa especialidad artística. Hasta 2014 fue Ignacio Hurban, momento cuando descubrió su verdadero origen: hijo de Laura Carlotto y Walmir Oscar “Puño” Montoya, es decir, nieto de Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo. Entonces supo que su papá fue baterista, su abuelo paterno saxofonista y el materno, melómano. Lidera un sexteto, lleva editados varios discos, se llama Ignacio Montoya Carlotto. Su identidad está consolidada.

Es una sobreviviente del centro clandestino de detención y exterminio El Vesubio, donde, junto a su marido desaparecido, estuvo secuestrada cuando estaba embarazada de tres meses. Un mes antes de parir Susana recuperó la libertad. Al poco tiempo retomó sus estudios de magisterio y en 1998 fundó y coordinó el emblemático Centro Educativo Isauro Arancibia, que lleva el nombre del docente y sindicalista tucumano asesinado por los dictadores el 24 de marzo del 76. “El Isauro” es una escuela donde concurren más de 120 pibes en situación de calle, a quienes Susana, y su gente, ayudan para que los atraviese una mejor vida.