Su inclinación inicial como estudiante universitario fue hacia la psicología, pero abandonó porque le prendió fuerte su interés por la comunicación social. En su derrotero de estudiante, amalgamó esa disciplina con la historia, que derivó en su graduación en la UBA, donde ejerce como docente. Como periodista, son muy apreciadas sus columnas en el programa “Gente de a pié”, los mediodías en Radio Nacional, así como en Del Plata y en la TV Pública, a través del ciclo “Científicos Argentinos”. Y en gráfica sus artículos en Página 12. Además, está por terminar una historia de la Corte Suprema, que en breve publicará la editorial Planeta.

A sus frescos 80 años, su vida musical es tan intensa, como en su juventud, cuando se pasó de la trompeta al contrabajo y desarrolló una frondosa historia interpretativa y compositiva. En sus tiempos formativos (Piazzolla de consejero, Ginastera su profe), se vinculó con las últimas grandes bandas de jazz argentinas, como la de Lalo Schiffrin. Alguna huella había dejado Gillespie. Tocaba y se sensibilizaba contra los avatares políticos de los 60, como el Onganiato. Unió su música y su verbo, en El Grito, obra para una gran masa orquestal. La prohibieron. El mundo la aplaudió. Vivió una década en Estados Unidos. Musicalizó en cine y teatro. Hizo docencia. Todo con su alma de jazzero.

Ser el autor de bets sellers como “Argenleaks” y de “Politileaks”, definen de por sí la particularísima condición de Santiago O’ Donnell en el mundo del periodismo de investigación política. La exclusividad como único profesional argentino que entrevistó a Julián Assange -con quien acordó la cesión de cables desclasificados de altísima significación sobre la relación de políticos y otros personajes con la embajada de Estados Unidos- revalida la proyección de su trayectoria y designio. Así contribuye a desnudar secretos e hipocresías. Su impecable desempeño como docente en la UBA, conferencista, editor en diversos medios, complementa su perfil.

Es tan estudioso como provocador de los sistemas y metodologías educativas. Está convencido, por ejemplo, que no basta con aumentar el presupuesto en ese área para mejorar la calidad de prestaciones y aprendizajes porque cree que eso también depende de las competencias del docente. Tenti Fanfani -argentino naturalizado desde sus 5 años de edad, cuando con su familia abandonó Italia- es investigador, profesor, consultor de la Organización de Estados Iberoamericanos, entre otras tareas académicas. Es autor de una decena de libros, como “Mitomanías de la educación argentina” -de reciente aparición-, en coautoría con el antropólogo Alejandro Grimson.

El caso Papel Prensa -que le inspiró su libro de investigación-, la ley de medios audiovisuales y la problemática del periodismo de estos tiempos, entre otros, son temas candentes de su vida profesional en términos de pensar , analizar y difundir la realidad. Es licenciada en ciencias de la comunicación, especialidad con la que hace docencia en la UBA. Es vocera del grupo Carta Abierta, integra el staff del ciclo 6-7-8; conduce su programa “Sintonía Fina” en radio Nacional y es colaboradora en Página 12 y en Miradas al Sur. En todos los casos, destaca su tono reflexivo, con un ideario consustanciado con un proyecto político progresista, popular y nacional.

Conoce el rock desde las entrañas de este género y lo comenta desde su emoción sumada a la sapiencia de especialista. Se metió de lleno en ese mundo, desde el periodismo, la producción, la programación musical... También como traductor. El profesorado en inglés le facilitó su primer trabajo en la revista Mordisco. Después, fue fundador de la mítica “Expreso Imaginario” (histórica publicación dedicada a la cultura alternativa) y en cuanto medio gráfico se ocupara de su tema predilecto. Actualmente conduce los programas radiales “La Trama Celeste” por AM750; “Truco Gallo” por Radio UBA; “Al Costado del Camino” en Nacional Rock y “Vino Rosso” por Rock and Pop. Un apasionado del rock.

La dictadura cívico militar en tiempos de su militancia, cuando estudiaba Economía y Letras, la llevó al exterior, de donde regresó en 1982, con experiencia en medios de Italia y México. Aquí trabajó en revistas y diarios como Sur y Clarín, donde fue editora de Política y del suplemento Zona. Escribió una decena de libros. Fundadora del “Centro Cultural Caras y Caretas”, al que asesora, así como también dirige la publicación homónima, su trayectoria fue distinguida por los premios Internacional de Prensa Rey de España, el Konex al mérito en Letras, el Julio Cortázar, el Rodolfo Walsh... Desde el periodismo y la literatura María desarrolló su profundo interés por la política y la historia.

Prestigioso economista, docente de la UBA –entre otros ámbitos académicos-, de frondosa trayectoria en la administración pública (ministro de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, donde presidió su banco oficial), Aldo Ferrer también cumplió funciones en el exterior, en la OEA y embajador en Francia. Cofundó el Grupo Fénix y más allá de estos antecedentes, sus ideas están plasmadas en varios libros, como “Vivir con lo nuestro”. Desde su época formativa se sintió marcado por el pensamiento de uno de sus profesores, Raúl Prebisch, quien se orientaba hacia la teoría del desarrollo.

Su vida, tan tremendamente dura como la de su madre, Laura Bonaparte –una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo-, está atravesada por la tragedia que perpetró la dictadura cívico militar, en su caso, con sus padres, tres hermanos desaparecidos, sus cuñadas y cuñado. Tremendo. Su militancia lo empujó a exiliarse en México, donde padeció la lejanía de sus afectos y de sus luchas pero le permitió solventarse con el oficio que se asentó para siempre en su entrañas. Ya lo había cultivado en medios sindicales y en la agencia Prensa Latina. Siempre con su idea del periodismo contra-agenda. Con su admirado Rodolfo Walsh como espejo.

Su inicial conexión con el mundo del espectáculo fue como técnico de sonido en varias películas, como “Esperando la carroza”. Pero le encontró el sabor al periodismo y a los textos de humor. En esta clave, hizo dupla con Omar Quiroga –militantes del partido Intransigente- en diversos programas de radio Mitre. En 1991, Pedro escribió guiones para Tato Bores, en TV. Luego, para “Delicatessen”, y junto con Capusotto, Alberti y Montalbano urdió “Todo por dos pesos”, un ciclo de culto. Actualmente, por la TV Pública, lo hace para “Peter Capusotto y sus videos”, donde, además, produce y presta su voz a personajes complementarios del protagonista.