"Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se uno de ellos"
El arte de contemplar la belleza verdadera está muriendo. Los seres humanos vamos rápido, y nos volvemos ciegos a la belleza dejada por Dios. Esta actitud es aprendida por los más jóvenes y así van, sin poder percibir tanta belleza en lo simple y cotidiano. Jesús siempre sacó enseñanzas de su alrededor, nos enseñó a contemplar su creación. Esas pausas, nos ayudan a ser más sabios, felices, nos libera del estrés al aprender de nuestro Creador.
"Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se uno de ellos"
El arte de contemplar la belleza verdadera está muriendo. Los seres humanos vamos rápido, y nos volvemos ciegos a la belleza dejada por Dios. Esta actitud es aprendida por los más jóvenes y así van, sin poder percibir tanta belleza en lo simple y cotidiano. Jesús siempre sacó enseñanzas de su alrededor, nos enseñó a contemplar su creación. Esas pausas, nos ayudan a ser más sabios, felices, nos libera del estrés al aprender de nuestro Creador.