La pandemia de COVID 19 fue oportunidad tanto para probar la estrategia de las evaluaciones a distancia en autismo, vía internet, como para estudiarla. También para explorar si esta estrategia permitiría por un lado ampliar la cobertura, por ejemplo a áreas rurales, y por otro disminuir las barreras para el acceso y también los tiempos de espera para acceder a esos servicios.
Es probable que las evaluaciones virtuales sigan siendo en última instancia parte de un enfoque múltiple para el diagnóstico.
La siguiente pregunta importante que enfrentan los investigadores es para quién funciona el diagnóstico remoto y quién se beneficiaría de una evaluación en persona.
Ya tienen algunas pistas: por ejemplo, los niños en los que el autismo se da junto con alguna cuestión de comportamiento concurrente o las personas sin habla son más difíciles de evaluar a distancia.
Más evidencia podría ayudar a garantizar que cualquier persona o familia pueda acceder a los servicios de autismo, independientemente de su nivel socioeconómico.
Por Laura Dattaro para Spectrum News
DOI https://doi.org/10.53053/JWZR8142