El lenguaje que usamos construye la vida social: por su intermedio se razona y argumenta, tomamos posturas, producimos identidades. Las opciones de lenguaje reflejan las narrativas e ideologías dominantes, también en el caso del autismo. No hay opciones “neutrales” de lenguaje sobre el autismo.
El lenguaje usado por la investigación da forma a cómo se llega a conocer la realidad y experiencia de las personas autistas, en ocasiones de forma diferente a cómo dichas personas se referirían a sí mismas.
Incluso el autismo como categoría clínica y diagnóstica tiene que ver con narrativas. Desde el llamado modelo médico de la discapacidad el autismo es una categoría narrativa que se interpreta bajo los supuestos implícitos de la existencia de un binomio sano-enfermo, discapacitado-no discapacitado, en el cual además discapacitado sería inherentemente inferior, sin reconocer que lo que se considera “no-discapacitado” también tiene, por ejemplo, dificultades en la interacción (a lo cual se llama problema de la doble empatía). El modelo social permitiría un uso del lenguaje con mayores posibilidades de expresión y comprensión.
Kristen Bottema-Beutel, Steven K. Kapp, Jessica Nina Lester, Noah J. Sasson, and Brittany N. Hand. Avoiding Ableist Language: Suggestions for Autism Researchers.Autism in Adulthood.Mar 2021.18-29.
http://doi.org/10.1089/aut.2020.0014