Los discípulos después de la multiplicación de los panes están preocupados porque solo llevan un pan en la barca, por lo que Jesús los interpela, por no comprender el actuar de Dios y seguir mortificandose por lo que no es elemental. A veces, nuestros esquemas y nuestra visión limitada puede nublar nuestro pensamiento alejándonos del Misterio de Dios y, por tanto, de su voluntad.