Hoy, 14 de Abril, el FMI anunciaba entre sus estimaciones, el debilitamiento de un 3% de la economía mundial y , específicamente para nuestro país, una caída del 8% del PIB español y un aumento del índice de desempleo hasta alcanzar el 20,8% en España para el año 2020.
A nivel global, la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 supone un punto de inflexión demoledor para la práctica totalidad de economías del planeta. Tanto de manera directa como indirecta, la detención en la producción y los patrones de oferta y demanda va a cambiar profundamente el escenario económico mundial bajo un efecto conocido como "bola de nieve" , cuyos efectos crecen exponencialmente con la agregación de cada país afectado.
El modelo económico basado en la supeditación a una "libertad de mercado" desvela tras de si todo un sistema articulado en base a la voracidad de amasar beneficio y dominio a partes iguales por parte de grandes fondos de "inversión" y grandes empresas transnacionales ávidas de concentrar y controlar un mercado, anteponiendo un balance contable a cualquier país y a cualquier sociedad.
Un sistema y un modelo que ha focalizado sus recursos, durante décadas, hacia la minimización de gobiernos y Estados reduciendo sus capacidades de regulación y control, generando su dependencia en base a deuda y erosionando año tras año el sector público para desguazarlo a base de liberalizaciónes, recortes y privatización hasta el punto de darnos hoy cuenta que prácticamente la totalidad de sectores estratégicos de los que depende un país, están en manos privadas y obedecen a intereses privados.
Con Andrés Piqueras, profesor en la Univ. Jaume I de Castellón, y uno de los sociólogos españoles más reconocidos, vas a asistir al que probablemente sea uno de los análisis más completos y sólidos de las consecuencias sociales y económicas que va a dejar tras de sí una pandemia global que amenaza con cambiar gran parte de la realidad que hasta hoy se conocía, una realidad sobre la que hace escasos días, Henry Kissinger publicaba una nota en el Wall Street Journal, afirmando literalmente que " La pandemia de coronavirus alterará para siempre el Orden Mundial"
Un "Orden Mundial" en el que la Pandemia ha mostrado la verdadera realidad que esconde una Unión Europea: una falta absoluta de dirección y de cohesión en esta crisis que hace que sea posible que nos encontremos en el principio del fin de esa quimera política, que siempre fue un mercado planificado para beneficio de las grandes transnacionales- y los grandes fondos y bancos. Una UE que todavía hoy se resiste a emitir una suficiente cantidad de “corona-bonos” para mitigar el impacto económico-social en los distintos Estados (la misma institución que se inventa decenas de miles de millones de euros cada mes para dárselos a las entidades financieras)
Una UE, diseñada únicamente para fagocitar países y economías en beneficio de sus socios principales. Una Unión Europea, cuyo modelo gira en la aplicación de la ortodoxia del libre mercado, con una "unión" que nunca ha existido, cuya falta de cohesión es y fue latente desde el primer instante en que fue concebida y que no es sino una amalgama de países compitiendo entre si e intentando debilitar y desindustrializar al contrario para devorar su mercado y sus recursos y cuyos mecanismos de rescate son inexistentes y sólo son contemplados desde el endeudamiento y el ahogo al rival débil, el socio del "sur".
Mientras Alemania se ha desecho ya de los límites de deuda pública (es lo que tiene ser un Estado mínimamente soberano), España, en cambio, sólo puede tomar las medidas macroeconómicas que le permitan las instituciones supraestatales de la UE, EE.UU. o indirectamente, inclusio la propia Alemania.
Hoy, la Pandemia por SARS-CoV-2 ha detenido de un solo golpe la economía de gran parte del planeta.
Frente a ella, la desigualdad y la precariedad laboral, el desempleo estructural, las políticas de recortes y privatizaciones, la ausencia de regulaciones y control en nombre de una liberalización y una globalización ,amparada por incontables tratados de libre comercio, que nunca fue otra cosa que despedir "aquí" y contratar allá donde el trabajador tuviese menor capacidad, derechos y fuese más barato, escondiendo en mil y un paraísos fiscales la tributación del beneficio obtenido, unidas a la pérdida de soberanía monetarias y fiscales de un modelo económico que agoniza , ha facilitado enormemente que dicha pandemia se haya cobrado la vida de más de 125.000 personas , superando los 2 millones de contagiados en todo el globo.
Vas a conocer las consecuencias y el probable futuro de un modelo y una teoría económica que fueron diseñados para concentrar poder y control ,a partes iguales, de mercados y de sociedades enteras en muy pocas manos, mientras seducía a todos apelando a la "libertad" para "escoger" mientras ocultaba la precariedad , la miseria y la polarización que ha ido dejando y deja tras de si amparada en una enorme capacidad para generar deuda y supeditar o corromper gobiernos en nombre de agencias calificadoras, entidades financieras o la fe en una mano invisible que en un "futuro", todo lo "arreglaría".
Quizás se descubra, de nuevo a la fuerza que, de una vez por todas, el tándem privatización de beneficios – socialización de pérdidas debe de ser invertido.
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Nada indica que se vaya por ese camino.
En España, la realidad muestra a quién se tiene la voluntad de ayudar y proteger: La mayor parte de los 200.000 millones de euros de las medidas que el gobierno decreta como “escudo económico y social” están destinadas a las empresas. Sólo 300 de esos millones son previstos para los servicios sociales, mientras que se dedican 100.000 millones a constituir un aval que permita a la Banca gestionar créditos para las empresas. Importe que se podrá ampliar en otros 87.000 millones de euros por parte de los propios Bancos (ya sabemos para quiénes serán los beneficios de todo ello). Se niega la prestación de desempleo indefinida para todas las personas que queden en paro a consecuencia de esta crisis.
El conjunto de medidas de ayuda para la población trabajadora por cuenta ajena y autónoma, no tienen más vigencia que el final del mes en que acabe el Estado de Alerta. Tan ridículo como ruin.
Ante el acelerado incremento del gasto social y la inevitable bajada en la recaudación de impuestos, sería imprescindible un aumento en la fiscalidad de grandes empresas y patrimonios unido a una mayor dotación para identificar y evitar la evasión de capitales, a la vez que necesaria la condonación de deudas de pequeños negocios y empresas, así como la quita de deudas estatales con los mercados financieros(satisfacer deudas púbicas en estos momentos es un crimen social).
España confió la economía a que otros tuvieran dinero para divertirse (turismo), abandonó el capital productivo (ni mascarillas somos realmente capaces de fabricar) para entregarse alegremente a la especulación bursátil (mientras las poblaciones se arruinaban, las Bolsas se hinchaban). La misma España donde grandes empresas que hace pocos meses cerraban el ejercicio con decenas, cientos y miles de millones de euros de beneficio neto, hoy anuncian ERTE's librándose de 3/4 partes de plantilla mientras exigen a la vez ayudas públicas para "mantener" la actividad.
Esta es la realidad. No existe otra.
Bienvenidos a Doble Cara. Gracias por estar ahí.
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