Para evitar la sobrecarga de entrenamiento y mantener niveles saludables de cortisol, es importante seguir principios de entrenamiento adecuados, como incluir días de descanso en la rutina, variar la intensidad y el tipo de ejercicio, prestar atención a las señales de fatiga y dar prioridad a la recuperación adecuada, incluido el sueño y la nutrición adecuada.