Dirigida por Vilgot Sjöman, la película sueca “Soy curiosa (amarillo)” sigue las andanzas de una estudiante de teatro fascinada por ideas radicales sobre la sociedad. La cinta, provocadora y con escenas sexuales desenfadadas, generó escándalo a fines de los 60 e incluso fue prohibida en varias ciudades de los Estados Unidos. Pero una de las historias más llamativas en torno a la producción, ocurrió a la salida de una función en un cine neoyorquino, y terminó con Jackie Onassis (viuda de John Kennedy) derribando a un paparazzi en la vía pública.

Un canal exclusivo para la televisión por cable, con películas originales y eventos deportivos sin comerciales; llevar al living de los suscriptores el equivalente a una sala de cine. Esa era la promesa del ejecutivo Charles Dolan cuando ideó el concepto del “canal verde”, luego conocido como “Home Box Office TV”. En este episodio, Daniel Villalobos repasa los 50 años de historia de HBO.

James Cameron ha enfrentado una y otra vez la acusación más “fea” que se puede hacer a un artista. Lo han acusado de plagio en distintos niveles y en varias de sus producciones más exitosas: Desde “Mentiras Verdaderas”, “Avatar”, y hasta “Titanic”. Pero uno de los casos más recordados está en el origen de la carrera del director: La disputa con el escritor y guionista Harlan Ellison, por “Terminator”.

Una familia llega a su nueva casa. Rodeados de cajas, se sientan a comer pizza o comida china. Puede ser una construcción antigua o un departamento cochambroso, pero para esa familia es su casa nueva. Sin embargo, a la hora de ir a dormir se desatan los demonios que se esconden entre las habitaciones. En este episodio, Daniel Villalobos repasa algunas de las producciones más brillantes sobre casas embrujadas y acechadas.

No hay mejor mes en el año que octubre para rendir honores al cine de terror. Si bien el género en Latinoamérica ha tenido una suerte errática, escarbando se puede llegar a verdaderas joyas como “veneno para las hadas” (1984), del mexicano Carlos Enrique Taboada.

En 2022, se cumplen 60 años de la crisis de los misiles, un episodio dramático de la historia del que el cine se hizo cargo en distintos tonos. Desde el drama, a la comedia negra. Desde “Yo vivo en el terror”, hasta “Godzilla”. Desde Kurosawa a Kubrick. Decenas de películas llevaron a la pantalla el temor a la bomba y las consecuencias de un holocausto nuclear.

Algunas de sus películas hoy son consideradas de culto, pero no fueron éxitos de taquilla ni de crítica al momento de su estreno. Decepciones que llevaron a John Carpenter a trabajar en una compañía de menor tamaño y presupuesto, pero que le entregaría total control y libertad sobre sus proyectos. Así nació "El príncipe de las tinieblas", largometraje de terror estrenado en 1987, usualmente muy difícil de conseguir, pero que durante octubre está disponible online en la plataforma Mubi.

Ni Lynda Carter, ni Gal Gadot. Una poco conocida actriz y ex tenista fue la primera en interpretar el rol de Diana Prince ante una cámara. Aunque aprobada por los creadores del cómic, esta versión mostraba a la princesa de las Amazonas como una blonda agente gubernamental sin superpoderes. La experiencia, eso sí, resultó exitosa para el villano de la producción, que aprovechó esta vitrina para lograr el rol más importante de su carrera.

Hay películas que nacen de la cabeza de un productor, del computador de un guionista, o de la ambición actoral de una estrella. Derivan de libros, historietas, canciones o poemas. Pero hay cintas que tienen más de una fuente. Una de ellas es “300”. Dirigida por Zach Snyder, “300” está basada en un comic, que a su vez se basa en una película de los años 60, que a su vez se inspira en una batalla perdida en el tiempo. Esta es su historia.

El cine es un mentiroso irresistible. En sus orígenes, prometía poesía, vuelo y nuevos mundos. Pero tardó “cinco minutos” en traicionarnos. Pronto se rebeló como una industria interesada en nada más que en la repetición, el producto en serie y la explotación de los clichés. Esa era la visión de Jean-Luc Godard. Sin embargo, también entendía que aunque la vida es corta, puede ser inmensamente dulce. Y Godard recibió la “marca en la frente” de quienes viven la vida dulce dentro de la enorme casa de las imágenes que es el cine.