El Tribunal Supremo ya ha explicado por qué condena al fiscal general del Estado. Aunque no hay una prueba directa, cinco de los siete magistrados creen que Álvaro García Ortiz cruzó una línea roja: filtró un correo confidencial del abogado de Alberto González Amador y luego “oficializó” esa filtración con una nota de prensa de la Fiscalía. 
Por el contrario, las magistradas Ana Ferrer y Susana Polo sostienen lo contrario: que el comunicado no es delito y que no hay pruebas suficientes para condenar a García Ortiz. 
Irene Dorta, periodista de EL PAÍS experta en tribunales, explica las claves de esta sentencia polémica. Hablamos también con Manuel Cancio, Catedrático de Derecho penal en la Universidad Autónoma de Madrid.

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CRÉDITOS:

• Realizan: Víctor Rojo y Ana Fuentes
• Con información de: Irene Dorta
• Presenta: Ana Fuentes
• Diseño de sonido: Nicolás Tsabertidis
• Coordinación: José Juan Morales
• Dirección: Ana Alonso
• Sintonía: Jorge Magaz