Harald Alexander mató a su mujer e hijas con la ayuda de su primogénito en Tenerife en los años 70. Un suceso que la prensa bautizó entonces como una 'borrachera de sangre' y que se produjo en un entorno de rituales, creencias mesiánicas e incesto
Harald Alexander mató a su mujer e hijas con la ayuda de su primogénito en Tenerife en los años 70. Un suceso que la prensa bautizó entonces como una 'borrachera de sangre' y que se produjo en un entorno de rituales, creencias mesiánicas e incesto