Muchas veces elegimos cambiar cosas en nosotros para complacer a otros para intentar mantenerles a nuestro lado. Incluso ocurre cuando emprendemos el proceso de sanación. Una motivación externa nos lleva a querer sanar. Y no esta mal, a veces esa motivación externa es necesaria para que empecemos a observarnos. Sin embargo, la decisión no debe depender de esa motivación externa. O sea, no debe darse porque esperar algo a cambio de tú

cambiar. Por ejemplo que el otro también quiera/elija cambiar, que el otro te quiera, que el otro no te deje, etc. etc. etc. Y es que, cuando cambias por y para otro, ¿qué queda si el otro ya no está? ¿qué vas a sentir si lo que esperas del otro con tus cambios no se da? ¡DECEPCIÓN! Por eso es SUPER IMPORTANTE que cuando elijas cambiar, sanar, ser tu mejor versión lo hagas POR Y PARA TI, sin importar lo que puedas obtener del otro. Ese otro se va a beneficiar de tus cambios, pero no debe ser el motivo para querer sanar. Tu motivo debes ser tú misma, sentirte mejor en tu propia piel y con cada una de tus decisiones.

Mira, la verdad no sabía cómo llamar a este episodio so lo nombre así. Y es que lo que te cuento viene de una conversación que tuvimos en mi trabajo donde mi jefe me dijo que yo tenía que cambiar si quería tener una relación... tenía que cambiar cómo me proyecto..... y ya sabrás, casi casi que brinco como "guavá", pero como ya no soy la misma de antes, respiré hondito y me di la oportunidad de escucharlo. Muchas cosas valiosas aprendí de esa conversación, pero sobre todo, LO IMPORTANTE QUE ES ESCUCHAR PARA ENTENDER Y NO PARA ATACAR. Sin embargo, no, no te hablo de eso hoy, esa va pa'otro episodio. En este hablo de que en efecto, mi jefe tiene toda la razón. Yo tengo que cambiar cómo me proyecto. Por favor, antes de que te de un soponcio y pienses que me jaquearon la cuenta y otra persona esta escribiendo esto, date la oportunidad de escuchar el episodio. Prometo que no es lo que piensas. PS te espero en las redes pa'conectar contigo.

Ay amiga, en este episodio te confieso que por mucho tiempo odie TAAAANTO la vida, que quería morirme. Aclaro que uso el término "la vida está cabrona" indistintamente, tanto pa'referirme a lo que percibía como malo, tanto pa' lo bueno. Pero ya me conoces, y sabrás identificar el tono en el que lo uso, y ahí

está la clave. En fin, hoy veo la vida como que está cabrona pero de BUENA y AMO VIVIR. No deseo menos para ti.

Amiga, entre mercurio retrogrado y los efectos pre y post eclipses he tenido unas semanitas CANDELA. Pero ayer, jaaa, ayer estuvo a otro nivel. Vamos, lo de ayer no tiene nada que ver con esos dos eventos, sino que fueron las Leyes Universales mostrándome que puedo usarlas inteligentemente o usarlas a lo bruto y ver consecuencias que no me gustan frente a mí. Así que lo que te cuento hoy está acabaito de sacar del horno. Mi invitación para ti, y pa'misma por su puesto, APRENDAMOS A USAR LAS LEYES A NUESTRO FAVOR, lo que implica usarlas en todo momento. Mi invitación #2, si no has escuchado los episodios en los que hablo de las leyes, HAZTE EL FAVOR DE ESCUCHARLOS. Eso es todo por el momento, BYEEEEEE.

Que cosa tenemos con la falsa seguridad que nos dan ciertas cosas, entre ellos los títulos. De repente creemos que las personas nos pertenecen y por ende tienen que aguantar todo, incluso nuestras peores actitudes. Y vamos, yo siempre voy a partir de que cada persona está creando su realidad y no es víctima de nada ni de nadie. Sin embargo, incluso partiendo desde ahí y de que cada cual en una relación debe hacer su tareita de observar lo que está

atrayendo, existe una tendencia a cambiar actitudes y exigir, demandar a nuestro par cuando finalmente hemos titulado la relación con cualquiera de esos "labels" que se ponen a las parejas. Y nos volvemos irreverentes cuando esa otra persona no cumple con nuestras exigencias. No mira no, la cosa no funciona de esa manera porque ningún título define una relación ni implica que alguien te pertenece. Ni a la inversa. So, aprendamos a amar en libertad. Y no, no digo que no pongamos títulos, digo que aprendamos a SER y a dejar SER en una relación, amando al otro y dejándonos amar por eso que SOMOS desde el día uno. Sin exigencias. Si no nos gusta quien es el otro, o no le gustamos, no pasa nada, entonces ahí

no es. Pero eso de mostrar una cara que no somos para agradar y cuando esté el título mostrar nuestra verdadera cara y empezar a exigir o a criticar lo que antes no, no va conmigo ya.

No hay nada que te haga más poderosa que el poder de ELEGIR. Te he hablado ya otras veces de este tema pero es super importante que lo recordemos cada que sea posible, porque podemos caer en pensar que somos víctimas de la vida y de las circunstancias y olvidamos que al final TODO viene de adentro de nosotros, de nuestra mente y nuestras elecciones/decisiones. Tú eliges cómo piensas, qué haces, dices, el significado que le das a las cosas que "te" pasan, TODO. Incluso cuando no eliges, estás eligiendo. En tus manos está

tu vida, hazte consciente de lo que estás eligiendo a cada segundo y recuerda que AFORTUNADAMENTE SIEMPRE puedes volver a ELEGIR.

En el episodio 52: La magia de las relaciones, mientras te hablaba de lo poderoso que era tanto estar soltera como estar en una relación de pareja, te recomendé que siempre te elijas tu por sobre todas las cosas. Una amada amiga me preguntó qué yo quería decir con eso, así que aprovecho su pregunta para explicarte qué significa para mí elegirme.

Si me preguntas qué es soltar, para mi es el arte de ACEPTAR las cosas como son, no como quiero que sean; y es mágico amiga. Cuando sueltas te liberas del apego a tu expectativa te abres a las nuevas oportunidades que tiene para ti la vida y sus procesos. Esto aplica para TODO: relaciones, trabajo, lugares, metas, proyectos. Por amor a ti misma, APRENDE A SOLTAR MI REINA.

Voy a empezar haciendo el disclaimer de que algunas cosas cambiaron desde el día que grabé este episodio, pero su esencia sigue siendo la misma. Tanto estar soltero como estar en pareja tiene sus beneficios, y nos brinda la oportunidad de observarnos, ver quienes estamos siendo, donde están nuestros pensamientos, nuestras creencias, nuestras heridas por sanar. Y bueno, por eso de adelantarte alguito, Mister Sagi y yo decidimos terminar la relación. Ya te contaré, pero todo bien, todo bonito, seguimos siendo los mismos el uno para el otro, y bueno, este proceso me ha permitido requeteconfirmar aún más lo que te explico en este episodio. Hay que querer ver, hay que tener voluntad pa'sanar, hay que elegir cómo quiero hacerlo.

Uno de los motores de mi vida es recordarme a diario que nunca nunca nunca pierdo, sino que siempre aprendo algo. Y si aprendí, entonces la verdad es que GANÉ. Pero vamos, que me lo repito a diario porque es fácil caer en viejos pensamientos y por ende, en viejas conductas. Y una con la que esta lección me flaquea de vez en cuando es con el pensamiento de que pierdo el tiempo. Hoy te hablo de eso y de lo que la vida me ha ido enseñando. Vamos, que al final, creer que perdemos algo, incluyendo el tiempo, es una trampa del ego que nos hace creer que cuando algo no sale como queríamos, entonces no funcionó.