Hoy hablamos sobre la fiesta de Jesucristo, Sumo y

Eterno Sacerdote, que celebramos ayer y vemos cómo el sacerdote puede conformar su vida con el misterio de la

cruz del Señor.

Hoy hablamos de prestar nuestro tiempo y trabajo por una buena causa. Servir a Dios, al mundo y a la Iglesia.

JESÚS, ¿UN AVENTURERO? Ante la persona de Jesús surge una pregunta justificada: "¿Quién es este?" Algunas respuestas buscan ser acordes a la negación del cristianismo.

Desde el tiempo de los Evangelios se extendió la noticia que afirmaba que Jesús era un impostor aventurero que intentaba usurpar el poder de Israel y fracasó en la Cruz. Sus discípulos acusados de robar el cuerpo de Jesús, afirmaron que había resucitado. ¿Qué grado de validez o coherencia tiene esta afirmación? ¿Cómo te posicionas tú?

El gran regalo de Jesús Resucitado, el Espíritu Santo. Pedimos el don del Espíritu Santo

Más Espíritu Santo. Más Pentecostés.

En el último sábado de Pascua, unas pinceladas sobre el himno Reina del Cielo (Regina coeli) que se usa en Completas y a mediodía en el tiempo pascual, y en un segundo momento, algunos datos sobre la memoria litúrgica Santa María, Madre de la Iglesia, que abre el tiempo ordinario, después de Pentecostés; dos realidades que reflejan la importancia de la Virgen María en la vida de la Iglesia, sea en Pascua o sea en el tiempo ordinario."

Pentecostés, la vida que nace y se renueva de la Iglesia.

Reflexión sobre el salmo 40 (39), 8-9: "Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad".

El Rosario, oración del corazón