El 26 de junio de 2016, el 51% de votantes en el Reino Unido manifestaron su deseo por desligarse de la Unión Europea, en una danza de idas y vueltas que nunca terminó de convencer a los británicos. A partir de ese día, el gobierno de los tories, en cumplimiento de su promesa pero libre de una vinculación legal, inició un proceso de retirada del bloque regional más importante del mundo. Un camino que en muchas ocasiones se ha adjudicado a una mayoría cansada de una élite sórdida, pero que fue orquestado por esta misma élite.
Lo que hizo el Brexit fue abandonar la Unión Europea para que el Reino Unido termine celebrando la fundación de una gigantesca zona de libre comercio con la misma Unión Europea. Ironías de la historia. Aún en diciembre de 2020 y 4 años después del referendo, el gobierno conservador no había encontrado una forma de garantizar una retirada exitosa y hoy, ante la famosa puerta Nº 10 de Downing St., tocan grandes desafíos para el porvenir del Reino: un Primer Ministro que no transmite un plan de acción claro; una implementación del Brexit con importantes connotaciones constitucionales que amenaza el relacionamiento de Londres con el resto del territorio; nacionalismos fortalecidos que podrían clamar por independencia; la inminente necesidad de salvaguardar el acuerdo de paz entre las dos Irlandas; y muchos otras cuestiones que escucharás a lo largo de este capítulo.
Por su parte, la Unión Europea se queda sin uno de sus grandes integrantes, un país con un poder económico importante, con asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con amplia experiencia diplomática y una oferta laboral, académica y cultural de gran valor para los ciudadanos europeos. Su reto adicional será mantener vigente su proyecto de unión y mantener a sus integrantes bajo sus reglas. Ahora el Reino Unido tendrá la capacidad de hacer las cosas a su manera, tiene esta posibilidad y este privilegio, pero tal como describe James Wood en London Review: “el privilegio es como una constitución no escrita: no puedes perder aquello que nunca tienes que encontrar”.
Para entender este escenario tan complejo, entrevistamos al Profesor Andrew Blick, académico y Jefe del Departamento de Economía Política y profesor de Política e Historia Contemporánea del King's College London. Quedate ahí prendido, que así arranca El Ginenbrino. Foto: Banksy, 2017, Kent (Reino Unido)