Problemas tan simples como dedicar cada día un mínimo de 10 minutos en cada clase para calmar a los alumnos o atender a la diversidad. Isabel Sánchez defensora del docente dentro del sindicato ANPE asegura que estas situaciones provocan el síndrome del profesor quemado, por ello pide más implicación de las administraciones, "son ellas las que deben establecer un ratio menor de alumnos por clase, ya que en ocasiones es imposible avanzar temario debido a la gran diversidad de alumnos de una clase y en otras a la indisciplina".Y es que este es otro de los problemas a los que se enfrentan los profesores, la indisciplina y mala educación de los alumnos por lo que otra de las conclusiones que saca este sindicato en su informe anual es la necesidad de implicar a las familias y a la sociedad en esa parte de la educación, la buena educación de sus hijos que deben mantener con el profesorado.