La crónica viaja por diferentes episodios de la vida política donde "el perdón" tiene otras maneras de gestionarse. Hay una resistencia natural a reconocer el error propio, una tendencia a maniobrar para aminorar las consecuencias. Los personajes políticos se escudan en sus eufemismos y discursos ininteligibles con tal de no admitir conductas. Disculparse resulta una excepcionalidad, de ahí que estos puntuales alegatos se hayan convertido en acontecimientos que se mantienen en la memoria de todos nosotros. En este episodio encontrarán algunos ejemplos.