Desde SMUMFYC nos recuerdan que el calor extremo puede causar deshidratación, calambres, agotamiento, complicaciones cardíacas y renales, trastornos neurológicos y psiquiátricos, envejecimiento acelerado, interacción peligrosa con fármacos, trastornos del sueño y concentración, vulnerabilidad elevada en ciertos grupos como mayores y niños, y reducción de productividad y bienestar. El peligro más grave es el golpe de calor o insolación, con serio riesgo vital para quien la padece.Como consejos más destacados, Jesús Abenza destaca no restar importancia a los efectos del sol en las horas centrales del día, evitar los esfuerzos y trabajos prolongados al aire libre, beber muchos líquidos, elegir comidas ligeras como verduras y frutas, y permanecer todo el tiempo posible en lugares frescos y ventilados.