Durante el Gran Viaje de los elfos hacia el oeste fue él el encargado de guiar a su pueblo, el último en emprender el viaje, a través de la Tierra Media. Pero al entrar en Beleriand se separó de su pueblo y se perdió en el bosque, en donde conoció a Melian la Maia de quien se enamoró, y cayó en un profundo trance hechizado por la hermosura de Melian que duró muchos años