Es la estampa soñada por cualquier político. Tu gente recibiéndote entre aplausos después de unas elecciones.
Es lo que le pasaba a Pedro Sánchez hace solo cinco días. Ferraz recibía como un héroe al antes denostado líder socialista. Y es que, aunque parezca que ha transcurrido una vida, solo ha pasado año y medio desde que Pedro Sánchez dejase su escaño y volviese a empezar.
Una nueva resurrección que le ha convertido en un héroe. ¿Para qué necesitas una mayoría absoluta si con 123 diputados eres dueño y señor?
Si eran de los que pensaban que una nueva etapa empezaba el 29 de abril, estaban muy equivocados. Nos hemos quedado parados en el tiempo: la investidura no se negocia hasta después del 26 mayo. Así que sí, consideren que todo lo que pasa estos días sigue siendo campaña.
Unidas Podemos, por ejemplo, se niega a dejarse eclipsar por el Sánchez victorioso. Quieren estar en el Gobierno. Al fin y al cabo no es lo mismo ser llave que tener un o unos ministerios.
Pablo Iglesias también se siente triunfador. Es lo que toca transmitir de cara al 26 de mayo aunque Unidas Podemos haya caído a la cuarta posición en el Congreso con 42 diputados.
¿Y qué me dicen de Rivera? Pues él también se siente triunfador. Cierto que, a priori, Ciudadanos no va a pintar nada en la formación de Gobierno, pero qué mayor satisfacción que verse en el camino de ser el futuro líder del sentir de derechas.
Estos días hay muchos sintiéndose ganadores y solo uno en el bando de los perdedores. A Pablo Casado no le ha quedado otra que intentar convencer a todos los que han dejado el PP de que no se han ido a la extrema derecha. Casado intenta contener otro desastre electoral en las municipales reubicando a su partido de forma poco creíble en el centro.
Una evidente estrategia que le ha dado munición a sus oponentes.
Este era hoy Javier Lambán hablaba hoy de «desesperación» y volantazo.
Garrido, al que antes llamaron tránsfuga por dejar el PP por Ciudadanos en el último instante, ahora devuelve cuchillos asegurando que si hay un «tránsfuga» ese es Casado.
¿Qué le dirá Feijoo este fin de semana a Casado cuando se vean aquí en Galicia de romería? ¿Les saldrá bien el acto de unidad cuando Feijoo ha sido uno de los más críticos tras el giro a la derecha de su partido?
Mientras tanto, Vox vuelve a dejar claro que lo suyo es mover los hilos. ¿Qué ahora sus amigos de derechas les desprecian? Pues a ellos no les tiembla el pulso y amenazan con dinamitar el Gobierno andaluz. Hasta Moreno Bonilla, que ve su finca en peligro, intenta renegar de las directrices que llegan desde Madrid.
No se olviden: seguimos en elecciones. Todos toman posiciones para volver a convencer.