Luchadora libre, madre soltera, sin trabajo y con mucho odio hacia las mujeres de edad mayor. Juana Barraza no supo manejar el rencor que siempre le tuvo a su madre por aquella vez que la vendió por 3 cervezas. Se convertirá en una de las más despiadadas asesinas seriales en la historia de México. Hoy la puedes encontrar vendiendo comida en la cárcel.