¿Por qué sentimos malestar físico y/o emocional el domingo por la noche? Si alguna vez has experimentado cierta inquietud, nostalgia, insatisfacción e incluso miedo un domingo por la tarde después de haber pasado un fin de semana agradable o haber estado de vacaciones previo a iniciar tus actividades escolares y/o laborales, puede que estés presentando el “Síndrome del domingo por la tarde”.
Para algunas personas el domingo puede ser un día donde pueden sentirse recuperados y descansados; sin embargo, para otros puede generar cierto temor, sintiéndose igual o más cansados de lo que se estaba antes del “descanso”. En ocasiones esta angustia se presenta debido a la falta de confianza en las propias capacidades para retomar las actividades semanales o, simplemente porque se está poco acostumbrado a descansar demasiado y por la extrañeza de sentir que la tensión que se experimenta constantemente por las actividades escolares y laborales es reducida y, al momento de volver a la rutina, viene ese golpe de realidad donde buscamos sentir de nueva cuenta el peso de nuestras responsabilidades.
Cuando nuestra mente se encuentra ocupada por todas aquellas actividades que realizamos semanalmente, se genera una sensación de utilidad y estabilidad para dar un sentido a nuestra vida y definir quiénes somos con la intención de evitar la angustia. Por ende, cuando uno se encuentra fuera de la tensión y estrés, viene la sensación de vacío e incomodidad con uno mismo, buscando desesperadamente actividades que suplan las que ya se tenían con anterioridad. Se puede decir que el ver una serie/película o revisar las redes sociales un domingo por la noche sirven como un placebo para evitar la insatisfacción.
Por otro lado, también este malestar dominical puede presentarse por distintas problemáticas que debemos identificar para así evitar el temor. En ocasiones la falta de confianza en las propias capacidades, la sobre exigencia de querer que todo sea “perfecto”, las dificultades que creemos tener en nuestro lugar de trabajo o escuela, las tensiones que sentimos del ambiente en el que nos rodeamos, etc., fungen como un factor determinante para generar este malestar, ya que cuando llega el fin de semana y/o vacaciones son percibidos como un “escape” de lo que es nuestra realidad, de lo que somos y de lo que NO somos que en muchas ocasiones genera frustración.
Es una especie de evaluación que hacemos de nosotros mismos comparado con lo que hacen los demás o la idea que tenemos de nuestra imagen en un futuro. Viktor Frankl, nos muestra que la búsqueda del éxito y las metas nos permiten encontrar “un sentido de vida”, y esta necesidad de sentido surge cuando no se está satisfecha.
Por ello Frankl nos invita a reflexionar sobre qué sentido le damos a nuestra vida, no por lo que seremos, sino por lo que somos en un momento determinado, como estudiante, maestro, hijo, padre, hermano, trabajador, amigo, etc., y no por las muchas cosas que sabemos o no, tenemos o no, sino por lo que tengo que ofrecer en este preciso instante.
Psic. Zayda Rodríguez. Colaboradoras: Lucía Athie, Adriana Sánchez y Graciela Saavedra.