A través de estos versículos Pablo exhorta a la iglesia a una unidad fundamentada en las verdades del Dios único y su única obra de salvación. 

El amor de Cristo es tan basto, que para llegar a conocerlo en plenitud es en compañía de la iglesia, de esta manera seremos capaces de profundizar en su amor.

Uno de los misterios que estaban escondidos en Dios ha sido revelado a través de Jesucristo, ahora todos pueden conocerlo si se acercan a él, solamente en Cristo hemos sido hechos cercanos para formar un solo y nuevo hombre que es su iglesia. 

El sacrificio de Cristo nos ha otorgado múltiples beneficios, ha quitado todo aquello que nos condenaba y pasamos de estar lejos a estar cerca, por lo tanto si desconocemos lo que Cristo no otorgado no podremos estrechar nuestra comunión con él.

Estando muertos en nuestros delitos y pecados hemos sido resucitados por la gracia de Dios, ahora el nos ha impartido su vida, para que junta mente con el podamos gozar de la herencia que nos ha sido otorgada.

El Espíritu de Revelación alumbra lo ojos de nuestro de entendimiento a fin de podamos conocer aquello que nos ha sido otorgado en Cristo, es decir que sepamos cual es la esperanza a la que hemos sido llamados, cuales las riquezas de la gloria y cual la supereminente grandeza de su poder que actúa en nosotros.

El medio por el cual podemos tener un conocimiento pleno de Cristo es a través de la sabiduría y revelación, proporcionadas por el Padre. 

El sello del Espíritu es el resultado de haber escuchado la palabra de verdad, el evangelio de nuestra salvación, por lo tanto el Espíritu es el anticipo y la garantía de la herencia otorgada en Cristo.