Como ustedes saben, en los últimos meses varios fondos ganaderos acusaron problemas financieros severos. El primero fue Grupo Larrarte; el segundo fue República Ganadera y el más reciente (y, por el lejos, el más grande) fue Conexión Ganadera.
La semana pasada trascendió que Conexión Ganadera tenía obligaciones por unos US$ 400 millones y que contaba con activos por US$ 150 millones, lo cual dejaba una diferencia de unos US$ 250 millones. Este martes, en una presentación organizada por la empresa se corrigieron levemente esas cifras. El faltante ascendería a unos US$ 230 millones, pero el profesional independiente que está actuando a solicitud de la empresa (el Cr. Ricardo Giovio) fue enfático en señalar que la información disponible es absolutamente insuficiente y que esas cifras contienen un margen de error significativo, razón por la cual manejó un rango de entre US$ 200 millones y US$ 250 millones para ese faltante.
Se trata de un hecho de suma relevancia, con impactos muy significativos para los inversores afectados y que da lugar a un montón de preguntas…
¿Cómo operaban estos fondos? ¿Qué ofrecían a los inversores? ¿Cómo se pueden gestar esas pérdidas? ¿Qué rol cumplió y que rol debió cumplir el Banco Central como regulador del sistema financiero? ¿Qué aprendizajes deja este episodio?
Análisis del economista Pablo Rosselli, socio de EXANTE, entrevistado por Emiliano Cotelo y Romina Andrioli en el programa En Perspectiva de Radiomundo 1170 AM.