La expresión «negarse a uno mismo» no resulta, en principio, demasiado clara. ¿Es una invitación a dejarlo todo?, ¿es una invitación a la humildad?, ¿es una invitación a ponerlo todo en manos de Dios? «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará» (Evangelio Lucas 9, 23, 24).