Felipe II traía unos planes de gobierno: mantener en lo posible la paz con Francia, sanear la hacienda regia, poner orden en sus reinos desde una capital fija y levantar un monumento grandioso que recordase siempre a la dinastía. De ahí que trasladara pronto a su Corte a Madrid (1561) y que iniciara a poco las obras del impresionante monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Felipe II traía unos planes de gobierno: mantener en lo posible la paz con Francia, sanear la hacienda regia, poner orden en sus reinos desde una capital fija y levantar un monumento grandioso que recordase siempre a la dinastía. De ahí que trasladara pronto a su Corte a Madrid (1561) y que iniciara a poco las obras del impresionante monasterio de San Lorenzo de El Escorial.