Cuando establecemos metas muy ambiciosas o que parecen "inalcanzables", habrán quienes hacen o dicen de todo como esperando a que falles para decir te lo dije, otros que te apoyan a pesar del dolor que tu partida genera.
En el camino, te puedes sentir sola, entrar en depresión, extrañar la familia y dudar de que lo puedas alcanzar, incluso algunas veces hasta creer darte por vencida, pero el motor, la fuerza, la pasión hace que todo sea esa energía que necesitas para creer en ti misma, y Dios hace cosas inexplicables para que logres ese anhelado sueño.
Acompáñame y te cuento un poco de mi historia, que podría parecer pequeña pero para mí, significa todo lo que soy hoy.