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Había una vez un gallo que vivía con dios en el paraíso. Allí vivían pájaros de todos los colores y tamaños, pero entre todos se destacaba el Gallo con sus colores rojo fuego y amarillo. Este gallo tenía adema una voz que era la envidia de todos los demás pájaros
Siendo el paraíso, los pájaros Volaban por el aire felices y además tenían toda la comida que necesitaban ya que los árboles les ofrecían todo tipo de alimentos. Además tenían grandes fuentes de agua cristalina que encontraban en arroyos que cruzaban aquellos parajes. Era ciertamente el paraíso.
Pero como algunos seres no saben disfrutar de los que tienen, el gallo empezó a sentirse descontento con esta vida demasiado cómoda y empezó a pensar en tener más aventuras en su vida.
Así que un día salió directo donde el ángel que estaba encargado del bienestar de los pájaros y le dijo con voz altanera.
Discúlpeme, estoy aburrido. -¿Dígame usted Dónde podría ir yo a buscar algunas aventuras que le den significado a mi vida. Porque de estar aquí todo el día de la eternidad simplemente disfrutando del paraíso no me deja hacer nada de importancia
Y el ángel sonriendo le contestó:
-Paciencia, valiente gallo, Recuerda que Dios es Misericordioso y compasivo. Ya el debe estar definiendo como resolver tu dilema. El debe tener alguna función importante para ti.
Entonces el gallo reunió todas sus fuerzas y después de arreglar sus plumas grito como solo un gallo lo sabe hacer. Si oyen ustedes pronto me asignaran un puesto importante. Presten mucha atención porque Dios mismo me va a mandar a hacer que realmente valga la pena.
Los otros pájaros que se sintieron sorprendidos por lo que acababan de oír dijeron:
-Gallo, ¿qué es esta noticia., ¿no estás satisfecho con la vida placentera aquí en el paraíso. Mira que tenemos todo lo que queramos para comer y además vivimos muy tranquilos.
Pero el gallo hinchado de orgullo grito más fuerte que pronto se iría y que nadie podría detenerlo y con sus alas que eran tan fuertes como las del águila se elevó por el cielo del paraíso para que todos lo admiraran.
Y entonces el ángel que lo cuidaba se acercó al gallo y le dijo:
Mira Gallo, me ha dicho Dios que deberás viajar a la tierra que el acaba de crear y que deberás informarle a todos los que allí viven que Dios es grande y que a partir del día de mañana el sol saldrá por primera vez.
El gallo al oír esto dijo.
-¿Entonces Dios mismo me ha nombrado su heraldo, su mensajero Real, su ser de confianza. Deberé ser el intermediario entre Dios y los hombres de la tierra.
-No, no -dijo el ángel, realmente lo único que debes hacer es volar hasta allí, decirles que dios les ha regalado la luz para que haya un amanecer y volver enseguida,
Debes proclamar la grandeza de Dios usando tu voz con toda su fuerza y volver directamente aquí. Este es el mensaje que debes transmitir. No es nada más.
Entonces el gallo hinchado de orgullo voló a la tierra. Ya iba a comenzar El primer día Y el gallo, voceando con toda su fuerza gritó a los seres recién creados:
-¡Oh hombres, animales y pájaros! Bienaventurados, Dios me ha enviado a darles la bienvenida a este mundo recién creado. Y deben saber que yo, el Heraldo de los días de Dios, el pájaro de la voz más fuerte en el Paraíso, he sido elegido entre todos los otros seres para esta tarea tan importante.
Los habitantes de la tierra se sintieron agradecidos con Dios ya que el sol salía por primera vez y el día había sido creado se arrodillaron.
El gallo que vio como todos se arrodillaron pensó que era por el, levantó el vuelo y volando por el cielo canto para anunciar la salida del sol. Y su corazón se llenó de orgullo
Cuando llegó la n