Considerarnos tesoro, nos lleva a cuidarnos más y a olvidarnos menos, nos hace ayudarnos más y a juzgarnos menos, nos ayuda a orar más y a criticarnos menos. Si Dios quiso tener este tesoro de la familia y darle el lugar a este tesoro, nosotros no podemos quedarnos atrás, nos urge contar el tesoro, para saber cuántos nos representan en el mundo, nos urge custodiar este tesoro para que nada ni nadie le haga daño, se nos hace urgente entender que tener familia y ser una familia no es un regalo, es ante todo un verdadero tesoro.
“El Señor quiere que los hijos honren a su padre y reconozcan la autoridad de la madre. El que respeta a su padre borra sus pecados, y honrar a la madre es guardar un tesoro. El que respeta a su padre vivirá feliz con sus hijos, y cuando haga oración, Dios lo escuchará. Tendrá larga vida el que honra a su padre, y el que respeta a su madre será premiado por Dios. Hijo mío, sé constante mientras dure tu vida. Aunque ellos pierdan su lucidez, sé comprensivo con ellos, no les faltes al respeto mientras vivan. Socorrer el Padre y la Madre es cosa que no se olvidará, todo esto te servirá como reparación por tus pecados”
Bendecid Oh Señor las FAMILIAS - ORACIÓN por la FAMILIA, Padre Zezinho (YULI Y JOSH)
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