El Santo Grial o, simplemente, Grial, es el recipiente o copa usada por Jesucristo en la Última Cena. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea procede de la obra de Robert de Boron, Joseph d'Arimathie, publicada en el siglo XII. Según este relato, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y ordenarle que lo lleve a la isla de Britania.
Siguiendo esta tradición, autores posteriores cuentan que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre y el agua emanadas de la herida abierta por la lanza del centurión en el costado de Cristo y que, más tarde, en Britania, estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo a salvo y escondido