Estamos aquí para vivir, para experimentar, para disfrutar, para aprender... Pero nada de ahí fuera te da algo que no tengas ya en ti. Cuando reconoces e integras esta idea, la vida se vuelve más amable, menos dramática, más bonita. Porque lo que sea que elijas experimentar no tendrá poder sobre ti, tan solo será una opción, que se dará o no, y si se da, lo hará cumpliendo o no con lo que esperabas; y fuera como fuere, no te sacará de tu paz y tu alegría.