Si aprendes a mirar lo mismo de otra manera, todo cambia. Porque de repente algo feo se vuelve bonito, algo aterrador se vuelve transformador, y algo grave se vuelve un regalo. La oscuridad nos hace responsables, nos ayuda a ver. Cuando algo te genera malestar y eliges mirarlo diferente, hasta encontrar la perla (porque siempre hay una, o varias), entonces ya nada puede amenazarte, porque cualquier supuesta amenaza no es más que algo que aún no estás viendo correctamente.