En los días en que Tebas era la ciudad más poderosa de Grecia, cuando Epaminondas era el líder, recibió una vez la visita de un príncipe de Macedonia llamado Filipo. Este joven había sido enviado a Grecia como rehén, y quedó al cargo de Epaminondas. El héroe tebano le procuró los mejores maestros a Filipo, que de esa forma fue educado eficazmente y llegó a ser no solo muy culto, sino también valiente y fuerte.
Macedonia, el país de Filipo, estaba al norte de Grecia, y sus gobernantes hablaban griego y eran de un linaje griego, pero el pueblo llano de Macedonia no se sabe muy bien si era igualmente de origen griego ni en qué proporción. En cualquier caso, los griegos no tenían en buena estima a los macedonios y a menudo los trataban como a meros bárbaros, y por eso no les dejaban participar en la Liga Anfictiónica.
🏺 «La historia de los griegos»: https://pacus.es/griegos
👉 Y recuerda: https://humanistasenlared.com/boletin/
Fuente: «La historia de los griegos», de Hélène Adeline Guerber, disponible en https://academialatin.com/cultura-griega/historia-griegos-guerber/