La vela primero, el casco después y finalmente la hélice. Como piezas de un rompecabezas, como partes de un animal desmembrado yacía el ARA San Juan en el fondo del mar. Los robots submarinos a bordo del Seabed Constructor tomaron más de 67 mil fotografías en HD y más de 20 terabites en video registrando hasta el último tornillo. Ahora la justicia tendría que determinar por qué se había hundido el ARA San Juan. La única certeza era que el submarino yacía en tres partes en el fondo del Atlántico Sur.

“Hundido. La historia del ARA San Juan”, es el relato de un buque diseñado para no ser encontrado.

Narración: María O´Donnell

Ante las exigencias de las familias y de la sociedad civil, el gobierno argentino abrió una licitación de búsqueda privada que ganó la empresa Ocean Infinity. Ahora la búsqueda quedaba a cargo de su moderno buque el Seabed Constructor que se enfocaría en un área de 10 mil km cuadrados durante sesenta días operativos y cobraría USD 7.5 millones solo si lograba encontrarlo. Cincuenta y nueve días después, el flamante Seabed Constructor fracasaba donde ya habían fracasado las mayores potencias del mundo. Hasta el último día. El 15 de noviembre de 2018, exactamente un año después de la desaparición del ARA San Juan, un geólogo a bordo detectó un punto, una huella tras una sombra en el fondo del mar. 

“Hundido. La historia del ARA San Juan”, es el relato de un buque diseñado para no ser encontrado.

Narración: María O´Donnell

Durante la primera navegación del ARA San Juan en 1985 desde Emden, Alemania hasta Mar del Plata, Argentina, la tripulación permaneció más de veinte días seguidos en inmersión. Ahora habían pasado más de 10 días de búsqueda, se habían sumado ocho países y el San Juan seguía perdido. Las familias exigían resultados, la sociedad argentina estaba desconcertada y los submarinistas temían lo peor. El día quince de búsqueda el gobierno anunció el mensaje tan temido. El ambiente extremo, el tiempo transcurrido y la falta de evidencia hacían incompatible la existencia del San Juan con la vida humana. Silencio. 

Guerra de Malvinas, 1982. Interior submarino argentino ARA San Luis. Exterior fragata Armada Real Inglesa. Voz comandante del submarino: ¡fuego! Torpedo lanzado. Torpedo fallido. Un submarino agazapado es un cazador letal, un submarino descubierto es una presa en campo abierto. Fragatas y helicópteros ingleses cazan al submarino ARA San Luis durante más de 24 horas sin éxito. ¿Por qué es tan difícil encontrar un submarino en inmersión? Siete días después de la última comunicación del ARA San Juan no había novedades sobre su ubicación. Las horas pasaban, el aire se agotaba y la única sensación que flotaba en el ambiente era la asfixia.

La mañana del 17 de noviembre de 2017 Argentina despertó con la noticia de la desaparición del submarino ARA San Juan. Quince barcos y tres aviones de más de diez países buscaban sin éxito al submarino y sus 44 tripulantes en la inmensidad hostil del Atlántico Sur. ¿Qué había pasado? ¿Cómo desaparece un submarino? ¿Seguían vivos los tripulantes a bordo? En este capítulo analizamos las tres hipótesis de las que todos hablaban, y de una cuarta que nadie se atrevía a pronunciar y nadie podía asegurar: el submarino San Juan yacía hundido en el fondo del mar. 

Durante casi un año entero, más de 30 barcos, aviones y helicópteros de 20 países operados por más de cuatro mil marinos navegaron las tempestuosas aguas del Atlántico Sur en busca de un submarino y sus 44 tripulantes. Se tejieron hipótesis, se señalaron responsabilidades, se buscaba por todos lados mientras el oxígeno se agotaba. ¿Cómo se pierde un submarino? ¿Por qué fue tan difícil encontrarlo? ¿Puede sobrevivir una tripulación confinada en un buque hermético a más de 100 metros de profundidad?

Narración: María O´Donnell