La autoridad de la Palabra de Dios no está determinada por la creencia individual de una persona. La Biblia, como la revelación de Dios, tiene una autoridad objetiva y sobrepasa las opiniones y creencias personales. Si alguien no cree en la Biblia, aun así, no puede negar la influencia que la Palabra de Dios ha tenido en la historia, cultura y moralidad de la humanidad. Además, la Biblia sigue teniendo un impacto significativo en la vida de las personas que la leen y la estudian. La Biblia misma nos dice en Hebreos 4:12: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón".