Texto bíblico: 1Pedro 4: 12-19
Título: No un obstáculo sino una oportunidad
A través de todos los tiempos el ser humano ha visto el sufrimiento como un gran enemigo, como un gran obstáculo para lograr la felicidad tan añorada. Humanamente hablando sería locura pensar que del sufrimiento puede salir algo bueno. Pero la Palabra de Dios nos reta a ver los padecimientos desde una nueva perspectiva. Dios quiere que veamos el sufrimiento, no como un obstáculo sino como una oportunidad.
1. El sufrimiento puede ser una oportunidad de expresar gozo (vv.12-14a)
Pedro les escribe a estos creyentes recordándole que los padecimientos no debieran sorprendernos cuando llegan. A través de las páginas de la Biblia podemos descubrir que los creyentes no son inmunes a atravesar por grandes crisis donde los problemas inundan nuestra vida. En este texto se nos exhorta a enfrentar el sufrimiento con gozo, a considerarnos bienaventurados. ¿Cómo puede suceder eso? ¿El sufrimiento y el gozo o alegría no se excluyen mutuamente? En este pasaje Pedro nos da tres razones por lo que esto es posible.
Primeramente, porque por medio del sufrimiento llegamos a ser participantes de los sufrimientos de Cristo. Ya no somos simples espectadores, somos participantes. Por la identidad que tiene el cristiano con Cristo; cuando el creyente sufre Cristo está sufriendo también.
En segundo lugar, porque cuando nos gozamos en participar de los padecimientos de Cristo, mucho más nos gozaremos cuando nos encontremos con Él.
En tercer lugar, podemos sentirnos dichosos al sufrir por Cristo ya que eso es una prueba de la presencia del Espíritu de Dios en nosotros.
2. El sufrimiento por Cristo es una oportunidad de darle gloria a Dios (vv.14b-16)
Pedro les comunica a estas iglesias que no todo sufrimiento es digno. El sufrimiento en sí no es bueno. Lo que avala o no al sufrimiento es la causa por la cual ocurre este. Muchas veces nos buscamos problemas por desobedecer las instrucciones de Dios, por seguir razones egoístas. Pero si nuestro sufrimiento viene por nuestra identidad con Cristo, por obedecer sus normas; este sufrimiento no debe avergonzarnos, sino que debemos darle gloria a Dios por él. Pedro debe haberse acordado de la vez que negó al Señor en medio de una prueba y las lágrimas amargas que lloró por causa de eso.
3. El sufrimiento debe ser visto como una oportunidad de ser objetos del juicio de Dios (vv.17-18)
Dios también usa el sufrimiento como un instrumento de juicio. En el caso de los creyentes este juicio no es condenatorio, sino más bien es disciplinario. Dios disciplina a sus hijos (Hb.12:4-11). Su disciplina tiene el objetivo de purificarnos, de hacernos crecer. Por medio de la prueba, Dios purifica a su iglesia. Es por medio de la prueba que sale a la luz si estamos cimentados en Cristo o hemos edificados sobre la roca. Se ve si la semilla cayó en buena tierra o tiene muy poca raíz.
Por medio de los padecimientos, Dios establece juicio de condenación para el no creyente. Estos sufrimientos son un pequeño anticipo de lo que pasará en el infierno si esta persona no se vuelve a Dios.
4. El sufrimiento es una oportunidad para buscar equilibrio en nuestra vida cristiana (v.19)
A modo de conclusión de esta sección el escritor de esta carta nos da dos exhortaciones que debemos tener en cuenta cuando sufrimos:
Nos exhorta a encomendar nuestras almas a Dios. Debemos dejar nuestro destino en las manos de Dios.
También nos exhorta a hacer el bien. El sufrimiento no debe soportarse de manera pasiva, sino que la Biblia nos manda a hacer el bien incluso a aquellos que son culpables de hacernos sufrir.