¿Dónde está Dios cuando sufrimos? Dios está en la cruz. Jesús está sangrando. Dios está sufriendo contigo.

El Dios sangrante, humano, torturado, molido y resucitado se convierte en el perfecto y único guía que tiene la capacidad de dirigirte en tus valles de sombra y de muerte, en tus días de gozo y paz.

No tenemos una clara respuesta para el porqué de nuestro dolor y sufrimiento aquí en la tierra. Existe un velo de misterio. Dios también es misterio. Sin embargo sabemos varias cosas con seguridad:

Los científicos estiman que tomamos alrededor de 35,000 decisiones al día, gran parte de ellas inconscientemente. Sin embargo, la decisión más importante que estamos tomando día a día, la decisión que está detrás de las decisiones triviales, rutinarias y detrás de las decisiones especiales y trascendentales es la siguiente: ¿Qué camino escogeremos? ¿Andaremos conforme a la carne o andaremos conforme al Espíritu? 

Conoce la diferencia entre ser visto vs ser conocido.

Los que evitan la contaminación de los pecadores son como los fariseos. Los que se ganan la etiqueta de "amigo de los pecadores" son como su Salvador.

La gracia de Dios es radicalmente diferente. A lo largo del Evangelio de Lucas corre el mensaje de que el último día implicará una inversión radical en la que los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros. Las comidas de Jesús ilustran ese día, cuando acoge a los marginados y se enfrenta a aquellos que se creen santos y autosuficientes.

La gracia pone patas arriba el mundo de los religiosos y es porque nadie se queda afuera.

La mesa es un lugar de hospitalidad porque queremos vivir una hospitalidad radicalmente ordinaria. Queremos mostrarle a este mundo escéptico y poscristiano cómo es el cristianismo auténtico. 

Queremos ser hospitalarios porque nuestra meta no es convertir a alguien (como si pudiéramos). El objetivo no es hacer algún tipo de encerrona y comenzar a predicarles todo el tiempo al punto de ser intolerables. 

La razón de ser hospitalarios es porque queremos abrir nuestro corazón con otros de la misma manera que Jesús lo hizo con nosotros. 

Henri Nouwen dijo lo siguiente: 

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“La hospitalidad significa principalmente la creación de un espacio libre donde el extraño pueda entrar y convertirse en amigo en lugar de enemigo. La hospitalidad no consiste en cambiar a las personas, sino en ofrecerles un espacio donde pueda producirse el cambio.“

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Y eso mismo he aprendido, ver a mis extraño como mi prójimo y ofrecerles este tipo de espacios para que las conversaciones de Jesús surjan naturalmente.