Considerado uno de los creadores del estado ruso. Se casó al menos siete veces, pero su matrimonio más importante fue el primero, con Anastasia Románovna Zajárina en 1547. Sus más grandes aportes a Rusia fueron la conquista de Siberia, la creación de un nuevo código legal, el Sudiébnik, la centralización del poder en la capital, la creación de instituciones con participación popular, la conquista de los janatos tártaros de Kazán y Astracán, la destrucción de la Orden Teutónica y grandes reformas internas, como la reforma del ejército y la revisión del código legal. En 1560 muere su esposa Anastasía Románovna e Iván IV se vuelve un gobernante psicópata, fanático religioso y autoritario. Este dramático cambio en la personalidad de Iván vino dado no solo por la muerte de Anastasía, sino también cuando estuvo a apunto de morir de una fatal enfermedad en 1553. Durante esta época Iván preguntó a los boyardos si harían una alianza con su hijo mayor para que éste gobernara a su muerte, a la cual los boyardos la rechazaron, planeando un futuro zar en la figura de su primo Vladímir de Stáritsa. El zar se recuperó y añadió más desconfianza si cabía hacia los boyardos por el hecho anterior, ya que cuando su esposa murió en 1560, creyó que había sido envenenada por éstos. Estas conspiraciones derivaron en una brutal represalia con asesinatos en contra de los boyardos y sus aliados, como el príncipe Aleksandr Gorbátiy-Shúiski, general conquistador del Janato de Kazán. Iván tenía 33 años y comenzó en Rusia un período de terror y sangre.