Para un espíritu libre como yo, la palabra rutina era un insulto. No me podía imaginar haciendo lo mismo todos los días. Lo que no sabía era que ya estaba teniendo una rutina y que no me estaba ayudando en nada.
Luego comprendí que cuando las acciones diarias son las adecuadas no te pesan, al contrario, lo disfrutas. Además, al hacerlo te acercas cada día más a tu meta.
Por si necesitas un poco de motivación para enamorarte de la idea de crear una nueva rutina diaria, súbele el volumen al episodio de hoy.
Únete a la conversación y conectemos en las redes sociales:
https://www.instagram.com/keilanavarrovip/
¡Un abrazo bien apreta'o!
Keila