Durante diez años, los padres de Martina Rossi lucharon desesperadamente por demostrar que su hija no se había suicidado en un hotel de Palma, tal y como sostenían las autoridades locales. Al final, una frase grabada por la policía a escondidas desveló lo que había ocurrido aquella madrugada del 2 de agosto: La joven genovesa, de 20 años, no saltó voluntariamente desde el balcón.
Durante diez años, los padres de Martina Rossi lucharon desesperadamente por demostrar que su hija no se había suicidado en un hotel de Palma, tal y como sostenían las autoridades locales. Al final, una frase grabada por la policía a escondidas desveló lo que había ocurrido aquella madrugada del 2 de agosto: La joven genovesa, de 20 años, no saltó voluntariamente desde el balcón.