Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, es quizás la figura más emblemática de la Edad Media española. Se mezclan en él a partes iguales realidad y leyenda. El Cantar del Mío Cid, extenso cantar de gesta del que se conserva un solo manuscrito, narra las hazañas de un hombre heroico, justo, valiente y sagaz capaz de los mayores logros. Ese fue El Cid, el mito, pero Rodrigo, el hombre, sufrió y penó por causa de decisiones injustas y de envidias. Vivió los sinsabores de la separación de su familia y de ser un desterrado de su propia tierra. Conozcamos un poco mejor al hombre y a su leyenda. Hoy la Escafandra se sumerge en busca de una figura inigualable, símbolo de toda una nación, imagen del guerreo ideal, del hombre justo y del siervo fiel capaz de perdonar las mayores injusticias.